Éramos.

Éramos totalmente opuestos y aún así te quería.
Me daba cuenta de lo que pasaba pero callaba y giraba la cabeza.
Extrañaba las noches en las que dormía en tu regazo.
Nunca olvidé tu sonrisa... Tampoco tus lágrimas.

Shh.

-Siéntate, tengo algo que decirte.

+Me asustas cuando estás tan seria.

-Deja de ser idiota por un momento y tan solo calla. ¿Recuerdas lo que te dije aquella vez?

+Has dicho tantas cosas...

-Te lo repetiré ahora y nunca más.

+¡Suéltalo ya! Me pones nervioso.

-Te dije que eras mi vida y que te quería muchísimo.

+Ah, ¿era eso?

-Sí, tan solo eso... Siento que mis sentimientos sean tan insignificantes para ti.

+Creo que ahora eres tú quien está siendo idiota.

-Siempre lo he sido.

+Y tú, ¿recuerdas lo que te respondí?

-Si te soy sincera ya lo he olvidado, perdón.

+Si lo has olvidado es que algo estoy haciendo mal. ¿Por qué todo es distinto?

-No lo sé...

Tan solo sé que te sigo queriendo como el primer día y que eso no cambiará, aunque olvidemos los pequeños detalles.

+Estoy de acuerdo,no podría dejar de querer a la chica con la que sueño despierto.

-Shh, me ruborizas.

+Jajaja, te amo.

Shh.