2010年11月30日火曜日

Encuentro.



Charlotte esperó a que los primeros rayos del sol entraran por su ventana para salir rápidamente de su cama. Estaba entusiasmada, y no por el viaje de ocho horas que iba a hacer si no por el lugar a donde iba a ir y a quien se iba a encontrar allí. Había estado esperando este viaje muchos meses, desde que le conoció supo que le tenía que ver, necesitaba abrazarle, pero ya faltaba poco para poder hacerlo. Solo podía pensar en el momento en el que le vería por primera vez, cada noche soñaba con ello, imaginándose como sería estar con él sin tener distancia de por medio. Ella quería estar cerca de él, que nada le impidiese abrazarle y no soltarle nunca, ese era su mayor sueño. Charlotte se vistió rápidamente, no quería perder tiempo. Se puso el traje negro de encajes que había estado guardando para ese momento, con mucho cuidado se pintó los ojos con sombra negra y también los labios pero estos de color rojo, se puso sus medias blancas y sus zapatitos negros. Cuando hubo terminado de vestirse y de maquillarse cogió su maleta, que no era bastante grande y salió de su casa. Se quedó un rato mirándola como si no fuera a volver nunca más y se fue hacia la parada de autobuses. Después de más de media hora esperando por fin llegó el suyo. Ya quedaba menos para poder verle. Estaba llegando y ya notaba como se ponía cada vez más nerviosa, no podía dejar de imaginarle, para ella era perfecto, era el chico que llevaba esperando toda su vida y no se rindió hasta que cogió ese autobús y fue a verle. Ya estaba llegando. En ese momento el autobús paró. Había llegado a su destino. Cuando se bajó le vio allí. Era como ella creía, él era guapisimo. Se tiró hacía él y le abrazó tan fuerte que por un segundo se quedaron sin respiración, pero les dio igual, no se querían separar nunca, no hicieron falta palabras para expresar lo que sentían. Siguieron abrazados más de cinco minutos, cinco minutos que les parecieron segundos. Cuando se separaron siguieron sin hablarse, solamente se miraron a los ojos y con eso se lo dijeron todo. Charlotte nunca se iba a olvidar de ese día, el día en que conoció del todo al amor de su vida, el día en el que le pudo abrazar aunque se le fuese la vida en ello, porque el era su vida.

0 件のコメント:

コメントを投稿