2010年12月2日木曜日

Wonderland.



Hoy, puede que el día más frustrante de mi vida.
Todo empezó cuando me mudé a un misterioso y solitario pueblo al Norte de Inglaterra.
Mi madre y yo íbamos a lo que seria nuestro nuevo hogar, un lugar en que nunca me llegué a sentir cómoda del todo. Era una noche oscura y fría cuando llegamos.
-¿Es aquí?- pregunté con voz de impaciencia.
-Sí, ¿te gusta Alice?- me dijo ella.
- Si…Bueno, está bien, supongo.- mi voz de preocupación la alarmó,
-Sabes que yo tampoco quería mudarme, solo busco lo mejor para ti.-
-Lo sé, no te preocupes, lo siento.- En ese momento una leve brisa acompañada por un largo silencio invadió el coche,
-Vamos.- Dijo.
 Salimos del coche, en ese momento vi lo que iba a ser mi casa, no era demasiado grande, ni tampoco demasiado pequeña, era una casa en la que podían vivir perfectamente dos personas.
-         El pueblo es algo fantasmagórico pero, ¿qué te parece la casa? ¿es bonita verdad?- Preguntó con algo de entusiasmo.
-         Sí, es muy bonita.-Respondí.
Cuando entré me llevé una sorpresa al ver que todos los muebles estaban ya colocados cada uno en su sitio.
-         Era una sorpresa-Dijo al ver mi cara.
-         Gracias.- le respondí, y me fui a dormir, estaba agotada del largo viaje.
Al día siguiente me despertó el timbre de la puerta y bajé a abrir, era la vecina,
Una chica de mas o menos mi edad con el pelo moreno y los ojos claros, la verdad, era un poco siniestra.
-Hola, me llamo Elena, soy tu vecina- Dijo con una voz bastante apagada.
-Hola, yo soy Alice, encantada.-Le respondí con casi el mismo tono de voz.
-Bueno, me tengo que ir encantada de conocerte Alice.-
-Adiós.- Le dije algo sorprendida por la inesperada visita.
Cuando mi madre llegó del trabajo le conté lo sucedido, pero ella no prestaba atención a lo que le contaba, parecía estar en otra parte.
-¿Margaret?- dije con impaciencia,
- ¿Desde cuando me llamas así?- Dijo un poco más despierta,
-Desde que no me atiendes cuando te hablo.- Empezaba a enfadarme.
-Lo siento.-
- Da igual- Respondí algo menos estresada.
No volvimos a decir nada durante toda la cena, cuando terminé me iba a ir a dormir y le dije:
-He quedado con Elena para que me enseñe el pueblo, aunque tengo el presentimiento de que no hay mucho que enseñar.-
-Vale, que te lo pases bien.- Respondió mientras bostezaba.
A las 10 en punto Elena tocó en mi puerta, yo ya la estaba esperando.
-Vamos a ir a un sitio especial para mi, un sitio en el que suelo pasar mucho tiempo escribiendo y pensando.- Dijo con su voz apagada.
-Vale.- le dije entusiasmada, no me esperaba lo que iba a pasar.
Cuando llegamos a las vallas  de un viejo cementerio  ya corroídas por el oxido y casi cultas por las grandes enredaderas que las cubrían, en las que ponían :”Wonderland.”
Me pareció algo macabro poner eso en un cementerio.
-Es aquí-Dijo tranquilamente.
-¿Aquí?- Dije yo algo asustada.
-Sí, aquí es donde mato el tiempo.-Dijo con un poco de sarcasmo.
Yo empezaba a palidecer, nunca había estado en un cementerio y no estaba entusiasmada de estar en uno, ni mucho menos.
Extrañamente Elena tenia las llaves de las vallas.
-Vamos, entra, ellos no te pueden hacer nada.-Dijo señalando las lápidas.
-Va… Vale- Dije casi tartamudeando.
Nos sentamos debajo de un Sauce, me asombré de lo precioso que era el paisaje, empezaba a entender porque le gustaba este sitio. Había un silencio estremecedor pero a la vez incitaba paciencia.
      -Precioso ¿verdad?-

0 件のコメント:

コメントを投稿